En el mundo del café de especialidad, muchas cafeterías establecen vínculos personales con los agricultores, destacando la calidad y el cuidado detrás de cada taza. Sin embargo, la historia cambia cuando hablamos de Kopi Luwak, el famoso Café de Civeta o Café Caca. Aunque inicialmente se promociona como la cúspide de la calidad debido a que las civetas seleccionan las mejores frutas en el bosque, surge una pregunta ética crucial cuando estas criaturas se mantienen en cautiverio. A muchos les atrae la idea de hacerse un café cultivado, entre heces, por unos gatos con cola de mapache de Indonesia. Pero pocos conocen lo que, en realidad, esconde este tipo de café. ¿Y tú? ¿Lo sabes?
¿Cómo se recolecta el café de civeta?
Sobre el proceso de recolección, es bien sencillo… consiste en alimentar a las civetas con los granos de café originales. Una vez que las digieren, se recogen sus heces, que son los granos del café Kopi Luwak que se procesará para empaquetarlo y que tú puedas comprarlo. Así que, sí, el kopi Luwak es caca de civeta. Eso, en primer lugar, que parece una tontería pero someter a las civetas a esa alimentación y utilizarlas y comercializarlas con ese fin no deja de ser cruel, con todas sus letras. La civeta es un animal muy cotizado en Indonesia por esta forma de explotación.
¿Por qué es el café de civeta un café tan caro?
El precio se lo debemos a la premisa de calidad del Kopi Luwak que se basa, primordialmente, en la suposición de que los animales en libertad eligen los mejores granos. Esto está bien, repito: los animales en libertad… ok. Pero, cuando estos animales son confinados y explotados, encerrados en jaulas, ¿puede mantenerse la calidad? Más allá de la cuestión ética, dudo mucho que la calidad del café se mantenga en estos casos de sufrimiento y explotación animal. Así que deséchate la idea de que sea de calidad porque no puede ser tan bueno el café y no estás pagando calidad, sino la idea de exclusividad a la que se ha asociado este escatológico café tan raro. Es la rareza, lo que pagas, junto con el sufrimiento que apoyas con la compra del café. En definitiva, la práctica de tener civetas en cautiverio plantea dudas sobre la autenticidad de la experiencia y la ética detrás de la producción.
¿Tan bueno como dicen?
La producción de Kopi Luwak, aunque se presenta como una exquisitez, plantea serias preocupaciones éticas relacionadas con la explotación animal. Aquí destacamos las razones fundamentales para reconsiderar el consumo de este café tan exclusivo:
Proceso de obtención cuestionable
Los granos de café de Kopi Luwak se obtienen de las heces de las civetas, pero el proceso no es tan idílico como parece. Las civetas son alimentadas con los mismos granos que luego se recolectan de sus excrementos. Este ciclo plantea preguntas éticas sobre el bienestar de estos animales, ya que se ven obligados a consumir café de manera no natural.
Condiciones de Vida deplorables
Las civetas utilizadas en la producción de Kopi Luwak a menudo enfrentan condiciones de vida desfavorables. Son confinadas en jaulas insalubres, donde se ven obligadas a consumir café y excretar los granos para la producción comercial. Esta práctica plantea serias dudas sobre el tratamiento ético de estos animales, que sufren por el beneficio comercial.
Conclusiones
Ya hemos podido ver que el Café de Civeta podrá ser lo más exquisito del mundo porque las civetas escogen las mejores hojas de café y es, de éstas hojas, que se cultiva el café. Sin embargo, a medida que hemos profundizado en la historia de este café, la narrativa da un giro inesperado. Detrás de la lujosa etiqueta de Kopi Luwak que venden hasta en Amazon, animando a regalarlo en navidad, se esconde una verdad incómoda: la explotación animal. Por este motivo, te hago una pregunta
¿por qué no comprar un café que, además de ser excelente a nivel de sabor, también lo sea en cuestión de ética?